Tiene seis años de vida, los mismos de experiencia como rastreadora de trufas. Más de 40 años dedicados a la trufa negra. Al igual que sus homólogos de ascomicetos, estos hongos son capaces de crear cuerpos fructíferos parecidos a la trufa. Lo mejor es cruzar las razas para que se fortalezcan, puesto que los puros presentan una delicadeza que no casa bien con los rigores rurales. La Francia y el Piamonte las producen, segun cuentan, en cantidad prodigiosa, siendo muy estimados de los conocedores su carne y perfume. Hoy se ha convertido en un ingrediente de lujo por su elevado precio, pero hay que tener en cuenta que solo se usa una pequeña cantidad para terminar cada plato -no se cocina-, y que el inconfundible aroma que aporta es algo absolutamente único. Pero, señor, dijo la criada, ¿quién no ha de sentir piedad por ese joven que duerme como un tronco ignorando su suerte? El parisiense se había vestido con tanto cuidado como si se encontrase en el castillo de la noble dama que viajaba por Escocia, y entró con ese aire afable y risueño que tan bien sienta a la juventud y que causó un triste goce a Eugenia.
Además de ser populares como compañeros y perros de trabajo, los Labradores tienen un buen sentido del olfato y se utilizan en diversas tareas de detección y búsqueda. Puede ser mortal si no se detecta a tiempo. Carl Sepherd podía así, sin peligro, mostrarse infatigable, audaz y hábil como hombre que, resuelto a hacer fortuna quibuscumque viis, se dispone a acabar pronto la senda de la infamia para ser honrado el resto de sus días. Pues él duerme como si fuera el rey de la tierra, dijo Nanón con triste acento. Pues voy a escape. Una hora habría transcurrido desde la puesta del sol, cuando Franz creyó percibir a un cuarto de milla a la derecha una sombra confusa, aunque era imposible el distinguirla bien, y temiendo que se le burlasen los marinos si tomaba por tierra firme algunas nubes flotantes, no dijo ni una palabra, pero de pronto apareció en la orilla un resplandor muy grande.
Todo serio, todo grande en Sófocles: la enseñanza de la tragedia es lúgubre: Electra es devota de la estatua de Niobe, porque nunca deja de llorar este sensible, apasionado mármol. La base de este hongo es generalmente cónica y de superficie lisa y tiene papilas muy pequeñas. El misterioso alimento eran las trufas, un hongo desconocido en aquel momento para la población de Sarrión. El problema era que, así como hallaban las trufas, se las comían de inmediato. Después la joven tomó las hojas más verdes de la parra, arregló su racimo con tanto arte como pudiera haberlo hecho el mejor repostero, lo llevó triunfalmente a la mesa e hizo otro tanto con las peras contadas por su padre, disponiéndolas en forma de pirámide. «El señor Grandet, que era uno de los negociantes más estimados de París, se levantó ayer la tapa de los sesos, después de haber hecho su acostumbrada aparición en la Bolsa.
Su padre se ha levantado la tapa de los sesos. Al ver la mesa colocada al lado del fuego y uno de los sofás puesto delante del cubierto de su primo, y al contemplar los dos platos de frutas, la huevera, la botella de vino blanco, el pan y el azúcar colocado en un platillo, Eugenia tembló pensando únicamente en las miradas que le dirigiría su padre si llegaba a entrar en aquel momento; así es que la joven miraba con frecuencia el reloj a fin de calcular si su primo podría almorzar antes de que volviese el avaro. Después de dos horas de cuidados, durante las cuales Eugenia dejó veinte veces la labor Brumale Fresco para ir a ver como hervía el café y para escuchar el ruido que hacía su primo al levantarse, la joven logró prepararle un almuerzo sencillo y poco costoso, pero que derogaba terriblemente las inveterada costumbres de la casa.