Ahora, las mangas de las camisetas van cosidas aparte, y las franjas se cortan a llegar a éstas. Inspirada en el modelo de 1993, la camiseta selección japón local tiene como novedades más llamativas un leve degradado en las franjas celestes y las tres rayas de Adidas en negro. Tres jugadores nacidos en Sudáfrica (Lambuschagne, Van der Walt y Matsushima, aunque este último de madre nipona) están convocados para enfrentarse a su país de origen. De la pujante escuadra japonesa, que tratará el domingo de dar un improbable disgusto a Sudáfrica en el último partido de cuartos, suele destacarse que integra a 16 (de 31) jugadores nacidos fuera de sus fronteras. El quince verde cuenta con siete jugadores nacidos fuera de la isla y con otra singularidad. Esta verde es de las mejores de la cita rusa. Morata (perdón por la crueldad, pero fue el que hizo de modelo) y Koke, con las camisetas de España (ADIDAS). Camisetas de Suecia (ADIDAS).
Combo de fotos con las camisetas de Brasil (NIKE). En fin, si el diseñador de este uniforme ha cobrado por su trabajo es que están engañando a alguien en la sede de Nike. Este año han ido por lo seguro. Torres, quien ha firmado por un año y medio, hasta diciembre de 2019, con la opción de ampliarlo por uno más. El nombre de Palestra Italia se mantuvo hasta 1942, año en el que se cambió a Palmeiras. En sus orígenes, el Palestra Italia adoptó los colores de la bandera italiana, esto es: verde, blanco y rojo. Sus puntos fuertes son el regreso del pantalón azul marino y del dorsal en rojo. Son monocromos, son iguales (invirtiendo colores), no aportan nada, tiene unas formas geométricas random en los laterales… Si yo fuera una marca así, con sólo un equipo en el Mundial, intentaría hacer un uniforme más memorable, la verdad.
Rompamos una lanza a favor de las de Australia: no son los encefalogramas de otros modelos y tienen un punto étnico que me gusta. Existen multitud de modelos y marcas de Kairo que pueden adquirirse. Se salva porque se mantienen las medias negras y el pantalón azul, tras las absolutamente lamentables equipaciones de Brasil 2014. La segunda equipación es una de esas camisetas que de cerca parece de un color, y de lejos de otro. Además, recupera el pantalón negro y las medias blancas de toda la vida. Pero así es la vida. Un bonito barco adornaba el antiguo escudo del club, aunque ahora ya no hay referencia a la náutica. Aunque estaba escorado, consigue mandarla a puerta. Más allá de las camisetas que vistan ambos equipos y del nombre de cada conjunto, las similitudes entre el partido amistoso de Kobe dos semanas atrás y el de hoy serán pura coincidencia. El motivo es que el nombre de la ciudad de Kashima significa en japonés «Isla de los Ciervos». Hace algo más de un siglo ambos podrían haber sido una musculosa metáfora de la expansión del deporte oval que desembarcó en las colonias del Imperio Británico.
En la misma selección, Nike presenta una muy buena camiseta y otra totalmente olvidable. Queda por ver cuándo viste por primera vez la camiseta del Vissel, quien presentará por todo lo alto a uno de los futbolistas más queridos del planeta. Suiza. La camiseta local de Suiza tiene una cosa que, en mi opinión, es garantía de éxito: algo que no tengan los demás, que identifique al país y que sea estético. Otra cosa es que la FIFA y los árbitros les dejen. Toda la escuadra subraya desde hace semanas ante los micrófonos la riqueza que les otorga su diversidad de procedencias. Como la única limitación es no haber debutado antes en otra selección absoluta, la tentación seguirá lanzando contratos hacia jóvenes promesas dispuestas a emigrar donde el rugby les dé dinero o un lugar mejor para vivir. Su trabajo en 1986 para la selección danesa está entre los mejores de la historia de las camisetas de fútbol. Camisetas de Alemania (ADIDAS).